En la Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela.
En la Plaza de la Quintana, guardando cola para abrazar a Santiago.
Contratamos en una agencia de viajes el circuito Galicia Terra Única donde nos llevaban de nuestro hotel en 0 Grove hasta algunas ciudades gallegas donde las visitábamos libremente.
Jueves por la mañana.- Santiago de Compostela en Año Santo
El guía nos dejo en la plaza del Obradoiro y de allí, mi padre y yo fuimos a la plaza de Platerías, donde se encuentra la única fachada románica que da directamente a la calle ( pues tanto la Puerta Santa como la de Abades están en un patio creado cuando se le pusieron tres muro al ábside de la catedral formando un cuadrado para darle mayor unidad a esta parte del templo ), por allí entramos al mencionado edificio, fuimos por las naves secundarias, pues en la mayor los fieles estaban rezando ante la Capilla Mayor. Pasamos por la parte trasera del Pórtico de la Gloria, continuamos por las naves laterales hasta la parte de atrás de la fachada de las Azabachería, donde estaba emplazada otra salida de la Catedral. Dimos media vuelta hasta el Pórtico de la Gloria, e hicimos esto para ver bien el pórtico, ( que estaba en restauración, así como la parte superior de las naves del ábside) , y porque la girola estaba cerrada al público que visitaba la Catedral. Estando allí el altar de plata, el camarín, también de plata donde está la escultura de piedra pintada que los peregrinos abrazan y el baldaquino. Bajo estos tres elementos está la cripta con los restos mortales de Santiago, donde los peregrinos bajan a rezarle, después de ver el Pórtico de la Gloria, por la plataforma de la puerta del templo fuimos a la parte baja de una torre, donde estaba una tienda de recuerdos de la Catedral y compramos una guía de la misma y otra de la ciudad donde se ubica. Después marchamos a la Plaza de la Quintana pasando por Platerías, donde tras tres cuarto de hora esperando, guardando cola, entramos por la antepuerta Santa que está enrejada, pasamos el patio, entramos por la auténtica Puerta Santa, fuimos dirección Norte bordeando la girola, subimos al camarín, abrazamos y besamos al Santo y luego bajamos y llegamos a la parte Sur de la girola, por donde bajamos a la antes mencionada cripta del Santo, donde yo recé. Subimos por el otro extremo de la girola y salimos por la puerta de los Abades, idéntica a la Santa. Subimos los últimos peldaños de una escalera, cruzamos la antepuerta de los Abades y salimos a la parte Norte de la Plaza de la Quintana, sobre una plataforma. Y fuimos hasta la cripta del Pórtico pasando por la Plaza de la Inmaculada o Azabacherías y bajando por el Arco de Palacio. Entramos en la cripta, compramos la entrada para el Museo de la Catedral, del cual la cripta forma parte. Dicha cripta se creó para salvar el desnivel al ampliarse la Catedral, lo mismo pasó con el Palacio de Gelmirez y el “Claustro” de la Catedral. Fruto de esta reforma son las ganancias de dos pisos en dichos tres elementos arquitectónicos. Dicha cripta se pretendió convertir en Panteón de Reyes, pero finalmente las personas regias recibieron sepultura en la Capilla Real o de Reliquias, que pertenece al Museo de la Catedral. Y a continuación salimos y mi padre compró entradas para visitar con guía el Palacio de Gelmirez y las Cubiertas de la Catedral.
Jueves por la mañana.- Santiago de Compostela en Año Santo
El guía nos dejo en la plaza del Obradoiro y de allí, mi padre y yo fuimos a la plaza de Platerías, donde se encuentra la única fachada románica que da directamente a la calle ( pues tanto la Puerta Santa como la de Abades están en un patio creado cuando se le pusieron tres muro al ábside de la catedral formando un cuadrado para darle mayor unidad a esta parte del templo ), por allí entramos al mencionado edificio, fuimos por las naves secundarias, pues en la mayor los fieles estaban rezando ante la Capilla Mayor. Pasamos por la parte trasera del Pórtico de la Gloria, continuamos por las naves laterales hasta la parte de atrás de la fachada de las Azabachería, donde estaba emplazada otra salida de la Catedral. Dimos media vuelta hasta el Pórtico de la Gloria, e hicimos esto para ver bien el pórtico, ( que estaba en restauración, así como la parte superior de las naves del ábside) , y porque la girola estaba cerrada al público que visitaba la Catedral. Estando allí el altar de plata, el camarín, también de plata donde está la escultura de piedra pintada que los peregrinos abrazan y el baldaquino. Bajo estos tres elementos está la cripta con los restos mortales de Santiago, donde los peregrinos bajan a rezarle, después de ver el Pórtico de la Gloria, por la plataforma de la puerta del templo fuimos a la parte baja de una torre, donde estaba una tienda de recuerdos de la Catedral y compramos una guía de la misma y otra de la ciudad donde se ubica. Después marchamos a la Plaza de la Quintana pasando por Platerías, donde tras tres cuarto de hora esperando, guardando cola, entramos por la antepuerta Santa que está enrejada, pasamos el patio, entramos por la auténtica Puerta Santa, fuimos dirección Norte bordeando la girola, subimos al camarín, abrazamos y besamos al Santo y luego bajamos y llegamos a la parte Sur de la girola, por donde bajamos a la antes mencionada cripta del Santo, donde yo recé. Subimos por el otro extremo de la girola y salimos por la puerta de los Abades, idéntica a la Santa. Subimos los últimos peldaños de una escalera, cruzamos la antepuerta de los Abades y salimos a la parte Norte de la Plaza de la Quintana, sobre una plataforma. Y fuimos hasta la cripta del Pórtico pasando por la Plaza de la Inmaculada o Azabacherías y bajando por el Arco de Palacio. Entramos en la cripta, compramos la entrada para el Museo de la Catedral, del cual la cripta forma parte. Dicha cripta se creó para salvar el desnivel al ampliarse la Catedral, lo mismo pasó con el Palacio de Gelmirez y el “Claustro” de la Catedral. Fruto de esta reforma son las ganancias de dos pisos en dichos tres elementos arquitectónicos. Dicha cripta se pretendió convertir en Panteón de Reyes, pero finalmente las personas regias recibieron sepultura en la Capilla Real o de Reliquias, que pertenece al Museo de la Catedral. Y a continuación salimos y mi padre compró entradas para visitar con guía el Palacio de Gelmirez y las Cubiertas de la Catedral.